Primarias en Podemos

Podemos vulnera su sistema de votación para impedir que los críticos entren en el aparato

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Fraude en las primarias de Podemos. Así lo denuncian los críticos de la formación morada, que han detectado cómo el partido no ha respetado su propio sistema de votación para así evitar que la candidatura alternativa a Pablo Iglesias no consiguiera los puestos que le corresponden en el Consejo Ciudadano Estatal, la Ejecutiva de esta organización política.

Tal como denuncia en un vídeo Félix L. Hidalgo, de la candidatura alternativa liderada por Fernando Barredo, Podemos no ha cumplido el sistema de recuento de votos que contemplan los reglamentos internos del partido aún colgados en la web oficial de la formación. En la página de la III Asamblea Estatal de Podemos aparecen unas normas para realizar el recuento, pero estas reglas no se han respetado.

En la práctica, el pablismo ha arrebatado presuntamente de forma irregular varios puestos que corresponden a la candidatura de Barredo y a varios de los candidatos de primarias de la Lista Blanca, es decir, aquellos que no estaban integrados en ninguna de las dos listas que superaron el corte de avales.

La clave está en que los 9 últimos puestos de la candidatura de Iglesias constan como nuevos integrantes del Consejo Ciudadano Estatal sin que debiera ser así. ¿El motivo? Que en realidad deberían aparecer con cero puntos. El sistema de votación Desborda, que diseñó a su antojo Pablo Echenique, establece una fórmula matemática por la cual sólo los 80 primeros nombres que aparecen en cada papeleta emitida como voto reciben puntuación. La lista de Iglesias consta de 89 personas por los que los 9 últimos no debían obtener puntuación. El ‘Reglamento para los procesos internos’ establece claramente: «En el nivel estatal el contaje descendente empezará en 80». De esta forma, si se hubiera respetado la legalidad interna las minorías debían tener hueco en la Ejecutiva morada.

Sin embargo, el pablismo ha copado todos los puestos a repartir sin cumplir los reglamentos. Tal como quería Iglesias, el partido se ha convertido un búnker en el que todos son afines a sus tesis. La pluralidad ha pasado a la historia. No sólo por la marcha de las familias errejonistas y anticapitalistas, sino porque ahora las pocas voces críticas que quedaban han sido fulminadas llevándose por delante las normas internas.

Denuncia judicial

Esta corriente crítica de Barredo ve «claras irregularidades» en el proceso. Ya ha impugnado las primarias a nivel interno pero, ante la falta de respuesta, van a acudir a los tribunales de justicia para exigir la depuración de responsabilidades penales por delito electoral. A estos errores en el escrutinio se suman la reducción del tiempo de votación a 6 días o la imposibilidad de realizar debates entre los diferentes candidatos.

«En Podemos no hay democracia, es un paripé. Cambian las normas del juego a la mitad de la partida. Nos tienen miedo porque no dejamos pasar ninguna irregularidad», lamentaban ya hace días militantes críticos. De hecho, algunos grupos han optado por directamente borrarse del proceso y no competir.

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